I have a dream

I have a dream


Iñigo Saldise Alda


“Yo tengo un sueño” es el título con que se conoce el discurso que realizó Martin Luter King Jr., tras la marcha del millón de hombres. Es probablemente el discurso más famoso de este predicador, defensor de los derechos civiles. Desde la escalinata del monumento a Lincoln, de una manera poderosa y elocuente, nos expuso su deseo de convivencia entra la nación negra y blanca, dentro de su estado. Para ello invocaba la Declaración de Independencia para los Estados Unidos de Norte América.

Yo como vasco también tengo un sueño. En él, la nación vasca se une, olvidando sus ideologías y diferencias sociales, en busca de la recuperación de la soberanía para nuestro Estado. También caminamos junto a los miembros de otras naciones, que respetan y abrazan nuestra cultura, enseñándonos la suya, unidos en pos de la tan ansiada independencia de los vascos.

Quiero despertar de la pesadilla que me impide soñar. La pesadilla de continuar sometido, sin poder disfrutar del bello sueño de la libertad sin opresores. La pesadilla de ver cómo la lengua de los navarros está siendo aniquilada. Tengo ganas de dejar de gritar en esos oscuros sueños donde no hay futuro para nuestro pueblo. Quiero poder soñar que nuestra nación está unida, para que así pueda volver a ser dueña de su destino.

Tengo el sueño de que los estados democráticos atienden a nuestra reivindicación, presionando a los estados que nos impiden recuperar lo que nos han quitado por la violencia de las armas y la imposición de sus leyes, poco (por no decir nada) democráticas para nuestra nación. Tengo el sueño de ver llegar la primavera para el pueblo vasco.

Tengo el sueño de ver a nuestros representantes políticos en el marco mundial de las Naciones Unidas. Tengo el sueño de viajar por este bello planeta con un pasaporte propio, y no uno prestado o, peor, impuesto. Tengo el sueño de que la presidencia de la Comunidad Europea esté en manos de nuestro representante alguna vez. Tengo el sueño de ver a nuestros deportistas tras la bandera roja en las olimpiadas.

Tengo el sueño de que toda la nación vasca tenga el mismo sueño que yo. Tengo el sueño de que los pueblos o naciones que conviven con nosotros, busquen a nuestro lado la recuperación de la soberanía para ese estado que nos representó ante los demás europeos durante ocho siglos.

Tengo el sueño de recuperar la soberanía para el Estado de Navarra. Se que este sueño es posible y para alcanzarlo debemos empezar por buscar la unidad de nuestra nación. Con ello podremos despertar un día cercano, en esa bella realidad, tan merecida como necesaria para nuestro pueblo.


En definitiva quiero despertarme siendo simplemente navarro.